“Me gusta cuando bajas a besos por mis piernas animándome a despertar; cuando siento tus ansias húmedas, tibias y feroces; cuando todo te importa poco, y comienzas a morderme; cuando me haces sujetarme de las sábanas que guardan el secreto de nuestro placer, y vuelves a mis labios y acercas tu cadera, señalando que es el momento de morir y renacer.”
— Malaci (Cafeína para dos)